lunes, enero 25, 2010

63. Hiperión

Hiperión o El Eremita en Grecia; es una obra inclasificable, aunque suele considerársele novela epistolar –a la manera del Werther (1774) de Goethe–, pues está conformado básicamente por las cartas que el griego Hiperión escribe a su amigo Belarminio y en las que relata diversos episodios de su vida: en la primera parte, el bucólico romance con Diótima; en la segunda, sus aventuras como parte del ejército que pretendía liberar a Grecia, en aquellos años aún bajo dominio turco. En estas cartas el protagonista reflexiona largamente sobre los sucesos, vinculándolos siempre a temas filosóficos y estéticos, pues Hölderlin era un apasionado lector de Kant y amigo muy cercano de Schelling y el círculo de teóricos del naciente romanticismo alemán.

Pero Hölderlin fue más que nada un poeta (aunque su obra poética fuera conocida solo póstumamente) y su personaje Hiperión también lo era, por lo que las reflexiones de este, sin perder rigor ni racionalidad, están llenas de pasajes visionarios y de profundo lirismo, en los que priman elementos poéticos como símiles, imágenes y metáforas. Esa peculiar combinación de recursos es, en opinión de Octavio Paz, la que hace de este libro un texto fundacional: "poesía e historia, lenguaje y sociedad... el poeta como guardián de la palabra que nos preserva del caos original: todas esas oposiciones anticipan los temas centrales de la poesía moderna". 

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